Sois muchas, ¡cada vez más! las que nos hacéis preguntas sobre nuestros zapatos. Curiosamente, casi ninguna tiene que ver con el proceso de creación. Al fin y al cabo la web es la cara visible y las dudas surgen sobre el producto final. Una de las cosas que más defendemos es la calidad de nuestro producto. Por eso, también apostamos por enseñar a nuestras clientas a tratar estas pieza únicas, que con los cuidados adecuados, se mantendrán como nuevas durante mucho, mucho tiempo.
Uno de los materiales más solicitados es el ante.
Además nos regala un par de trucos que ayudarán a que vuestros zapatos parezcan nuevos durante más tiempo:
1. Aplicar un protector a la piel. Nuestras pieles no llevan ningún tratamiento para repeler el agua ni la suciedad pero existen en el mercado distintas marcas que lo ofrecen para aplicar en spray. Son productos hidrofugantes* que dificultan que la piel se manche de sustancias líquidas. Se deben aplicar la primera vez antes de utilizar los zapatos con la piel totalmente limpia y repetir su aplicación cada cierto tiempo (dependiendo del uso) ya que el efecto no es permanente. Y recordad: siempre después de limpiar previamente los zapatos.
*Es importante no confundir los sprays hidrofugantes con no confundir con productos en spray para reavivar el color, ya que estos no sirven para limpiar (y en muchas ocasiones contienen tintes). Estos pueden manchar la piel si no son del color exacto y crear cercos el entorno en el que lo apliquemos.
2. Evitar que se fije la suciedad que se va depositando sobre la piel durante el día retirándola antes de guardarlos. Para ello podemos utilizar un cepillo de cerda metálica o simplemente uno de los que habitualmente utilizamos para las uñas y siempre en una sola dirección (de lo contrario el pelo del ante se acaba rompiendo) y con suavidad. También son muy útiles los limpiadores para ante que llevan una capa de crepé natural. Si aparece alguna marca oscura por roce podemos intentar quitarla con una goma de borrar blandita.
De vez en cuando, para una mayor limpieza podemos pasar un paño o esponjita húmeda (no mojada) por encima del pelo con suavidad evitando mojar el cuero en profundidad. Una vez seco, lo cepillaremos como explicamos anteriormente. Es cierto que existen en el mercado productos líquidos con aplicador de esponja para limpiar el ante, serraje... pero siempre hay que utilizarlos después de cepillar los zapatos. Al ser un producto que moja la superficie, si hay restos de suciedad se pueden extender y dejar cerco.
En cualquier caso, es cierto que unos zapatos de ante no son lo más indicado para un día de lluvia pero si tenemos la mala suerte de que llueve cuando los llevamos, lo que hay que hacer es dejarlos secar al aire poniendo un poco de papel absorvente en su interior y nunca cerca de una fuente de calor. Una vez secos, los cepillamos suavemente y ¡listo!
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